Carta abierta a Fernando Torres

De antemano pido perdón por el post, me pierde el sentimiento. Y como decía el amigo Pablo, escribo obligado por el dolor. Porque a uno, hablar de estas cosas, le cuesta, y no imagináis cuanto. Pero viendo como está la situación, algo habrá que escribir sobre la canción del verano. Así pues, me pongo de pie para hablar de Fernando Torres, el Niño.

Carta abierta a Fernando Torres:

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que te vi. 27 de mayo de 2001, tarde de domingo, una mas de aquel desesperante añito del infierno, que a la postre serían dos. Tocaba ir de comunión, pero nuestro Atleti se la jugaba. A mis tiernos diez añitos no era consciente de lo que pasaba. Kiko, mi ídolo, se retiraba del campo y todo parecía indicar que aquel día se acabarían nuestras esperanzas de ascenso. Ya dejaste tus primeras muestras de crack allí. El domingo siguiente, en Albacete, emergiste de la nada y con un impecable cabezazo nos dabas alas. El objetivo era prácticamente imposible, pero había nacido una estrella. Allí diste tus primeros pasos, y para los atléticos era un soplo de aire fresco y optimismo para un futuro cercano. Luego llegaría el verano, tu exhibición en el Europeo sub 16, y los primeros reconocimientos. Nos agarraríamos a ti como un clavo ardiendo, incluso nombrándote el sucesor de Marco van Basten.

Debido a mi edad (casi) nunca he podido ver a un Atleti ganador, a aquel equipo que me contaban que siempre cuando salía a un campo moría dejando su sello, su estilo, sus ideales. Si, pude disfrutar de fugaces esbozos de gloria con aquellas eliminatorias de Champions League ante el Ajax, el guante de Pantic, el arte de Kiko, aquel gol de Vieri... Demasiado exiguo para alguien tan insaciable como yo. Precisamente no fue una de esas exitosas tardes las que me hicieron ser del Atleti. Un día negro, un día donde descubres unos valores que te llenan de orgullo, me atraparon para siempre. Y tu bien sabes que cuando caemos, no hay quién nos saque.

Meses mas tarde descubriría la deplorable situación en la que nos encontrábamos. Un equipo titubeante, que pasaba por sus peores años y había vivido un espejismo con el doblete. Un equipo que estaba perdiendo su identidad con un delincuente y sus secuaces al poder. Un equipo que pasaba de luchar por ser el segundo mejor de España a caer al hoyo de la segunda división. Antaño imponente, y hoy, decadente. Un equipo humillado, del que unos mafiosos osaron reírse, adueñándose ilegalmente del club y convirtiéndolo en empresa para sacar intereses. La jugada les salió bien y para que seguir. El Atlético de Madrid murió en 1987. ¿Porque Ahora que somos? Atlet…Atletico de Ma…Atl…no me sale, lentamente estamos muriendo y parece que no nos damos cuenta.

Nos han quitado casi todo. Nuestra prestigiosa sección de balonmano se fue al traste. Nuestro equipo de fútbol dejó de ser de todos nosotros en 1992. No hay un proyecto firme. Estamos arruinados por si fuera poco. Para solucionarlo, por si ya nos hubieran hecho poco daño en todo este tiempo, nos quieren quitar el Calderón, nuestra casa. La tuya también, recuerda sino cuando comenzaste a ir con tu abuelo Eulalio. Y nos quieren quitar al único símbolo que nos queda. Quieren echarte. Me resisto a pensar lo que ocurrirá en un futuro si las cosas se siguen haciendo así. Espero que tú también te des cuenta y no seas cómplice de ellos. Como buen atlético que eres, confío en que lo hagas. Porque ahora suena con más fuerza que nunca tu marcha del club. Yo no me lo creo.

Tiene merito todo lo que has hecho por nosotros. No tengo calificativos para elogiarte, ni agradecerte estos años en los que has sido un líder echándote el equipo a cuestas. Y sigues siendo un chaval… Podría decir, que eres de lo poco que nos queda de grande en este equipo por lo que pones en el campo. Se nota cuando luchas por balones imposibles, o la rabia con que celebras los goles.

Ahora debes elegir. Si te vas nunca caminarás solo. Irás a un lugar ideal y, mal que me pese, quizá sea la mejor opción para ti, la opción que cualquier futbolista elegiría, porque te convertirías en un crack mundial de la mano de un técnico con el que seguro harías buenas migas. Para el Atleti también sería buen negocio con unos dirigentes solventes, pero los 40 millones sabemos a que bolsillo irían. Y de hay no salen. O sea, que nos quedábamos igual que estábamos, pero sin el alma. Si te quedas, te convertirás en un mito para siempre. Serás fiel a tus ideales, a lo que haría cualquier atlético de corazón. Seguirás siendo querido, amado, adorado, venerado. ¿Recuerdas? Atleti - Osasuna. Penalti fallado. Espero que recuerdes todos esos buenos momentos. No te vayas, haz oídos sordos a la prensa mediática, piensa, y haz lo que mas desees, quedarte en tu Atleti, para llegar a ser lo que quieres, una leyenda, quizá la mayor del club, naciendo en el infierno y rescatando al equipo de la agonía que vivimos. Porque sabemos como eres, uno de los nuestros, uno mas de todos, porque todos somos uno. Por todo esto, espero que sigas con nosotros.

P.D- Se que es difícil de entender, imposible si no se es del Atleti.